En esta época de crisis en la que predomina el malestar general, la risa y la buena actitud ante la vida no solo mejoran nuestro estado psicológico, sino que también ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares.
La risa, al igual que el llanto, es un acto involuntario para la mayoría de las personas. Su mecanismo de funcionamiento reside en la respiración, y se produce mediante interrupciones de la exhalación del aliento. Este proceso activa, además del sistema respiratorio, otros sistemas de nuestro organismo como son el neurológico y el cardiovascular.
El efecto de la risa en nuestro sistema cardiovascular es vasodilatador; la risa genera sustancias hormonales, como las endorfinas, que producen un estado de bienestar psicológico, de tal manera que ésta ayuda a proteger el aparato cardiovascular. Cuando reímos, el endotelio (la capa interior de los vasos sanguíneos) se relaja, mejorando así la circulación de la sangre y disminuyendo la presión arterial.
El Dr. José Luis Palma Gámiz, vicepresidente de la FEC, afirma que, “la risa y la actitud positiva frente a la vida son beneficiosas para la salud cardiovascular. Por el contrario, los estados de estrés producen alteraciones en la pared vascular y favorecen la aparición de arteriosclerosis”. El doctor añade también que, “el estrés permanente condiciona la presencia de hormonas vasoconstrictoras que afectan al endotelio y facilitan que las sustancias que arrastra la sangre, como por ejemplo el colesterol, penetren en la pared interior de los vasos sanguíneos, dando lugar a distintas enfermedades cardiovasculares”.
Reír también ayuda a aumentar el HDL (colesterol bueno) y potencia la actividad de los linfocitos, agentes que ayudan al sistema inmunológico ante la presencia de células tumorales. Reír reduce, además, el nivel de hormonas asociadas al estrés y aumenta el nivel de óxido nítrico, una sustancia que mejora la circulación, reduce la inflamación de los vasos sanguíneos y previene la formación de placas de colesterol.
Según explica el Dr.Palma, “el óxido nítrico es el vasodilatador natural más potente que se conoce. Cuando actúan conjuntamente sustancias como la serotonina y el óxido nítrico se producen las condiciones óptimas para una mayor vasodilatación, especialmente en los pequeños vasos sanguíneos, y, por tanto, disminuye la posibilidad de que se produzca una alteración del endotelio”.
Son diversos estudios los que han demostrado los beneficios de la risa en nuestro sistema cardiovascular, uno de ellos, realizado por la Unidad de Cardiología Preventiva del Centro Médico de la Universidad de Maryland, ha demostrado que las personas que han sufrido un infarto agudo de miocardio ríen hasta un 40% menos que las personas que no han sufrido ningún tipo de enfermedad cardiovascular. El estudio investigó la respuesta humorística ante diversas situaciones cómicas de 300 personas, la mitad las cuales había sufrido un infarto. Este mismo centro ha realizado otro estudio en el que sometió a los participantes a situaciones cómicas y estresantes, como ver películas de uno u otro género. Tras analizar su reacción fisiológica, se comprobó que la diferencia diametral arterial ente estas dos situaciones opuestas oscilaba entre un 30% y un 50%. Así, en el caso de las películas estresantes, las arterias se contraen dificultando el aporte sanguíneo y aumentando el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, mientras que en situaciones cómicas, estas se dilatan, mejorando así la circulación de la sangre.
El Dr. Palma recuerda que, “estar en paz uno mismo y con su entorno y tener una actitud positiva frente a la vida, viendo los aspectos buenos y quitando aquellos que nos la complican, ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares. Aunque la salud es algo muy complejo que depende tanto de aspectos ambientales como físicos, son diversos estudios los que demuestran que la actitud ante la vida también influye, y mucho, en el bienestar de nuestro corazón”.
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